miércoles, 12 de agosto de 2015

El cortejo en pleno siglo XXI

Les quería contar la historia de un tipo con el que salí que era más "rogado" que yo...

Peeero, me di cuenta que me rodean varios personajes que se comportan de la misma forma. Incluso, hablando con más personas llegamos a la siguiente conclusión: Los hombres ahora buscan ser cortejados y no cortejar.

Como buena amargada que ha perdido la fe en las relaciones estables, veo que todo este fenómeno, lejos de ser sobre igualdad de género, es una táctica más usada para tener menos responsabilidad a la hora de terminar alguna "relación" y empezar otra.


¿Cómo funciona?

Obviamente todo empieza con el flirteo normal que ya todos conocemos, la expectativa, la emoción del "cantineo" y las malditas mariposas en el estómago - mínimo para las mujeres.
Llega un punto en el que es obvio para un hombre cuando alguien está interesada en él y ahí es en donde empieza todo.

Y entonces un día, el tipo se dio cuenta que yo estaba interesada en él, me aseguró que su interés por mí existía y que era real, y enlistó todas sus buenas intenciones conmigo y siempre la promesa de "hagamos que funcione".
Acto seguido, él cambió totalmente: nunca podía hablar, nunca tenía tiempo, cuando al fin podía hablarle era frío, pesado y cortante. Yo pensando en lo que ya habíamos hablado y esperando que todo llevara a una relación normal y decente, lo buscaba, proponía salidas, lo invitaba y a veces, si tenía suerte, obtenía una respuesta.
Poco a poco él desapareció porque yo me aburrí de sentirme como que le estaba rogando que me diera atención.
Al poco tiempo me enteré que él ya andaba con alguien más y que, aparentemente, habían otras decepcionadas de él por los mismos motivos que yo.

Como decía al principio, es algo que le he leído y escuchado a muchísimas mujeres últimamente y que me deja con la duda... ¿Desde cuándo los hombres deben ser los cortejados? ¿Hasta dónde es nuestra responsabilidad o culpa como mujeres? ¿Qué podemos esperar ahora entonces?


**Como siempre, aclaro que esto no sucede con todos los hombres y no es la intención generalizar cuando se sabe que hay, aunque pocas, excepciones al caso.