miércoles, 7 de abril de 2021

Regresar a mí

Escribiendo el título de esta entrada, empecé a analizar cuándo fue que me perdí a mí misma, cuándo dejé de ser yo, cuándo comprometí mi esencia y lo que me hacer ser... pues, yo. 

¿Por qué siento que me estoy reencontrando hasta ahora?

Pensé en todos los pasos que he dado, los lugares que he visitado, la gente que he abrazado, las experiencias de las que he aprendido y ¡vaya si tengo un buen repertorio!

Me tocó adaptarme a muchas situaciones que no quería vivir y enfrentarlas porque no tenía otra opción. 

Me tocó vivir las consecuencias de mis malas decisiones y repetirlas hasta aprender la lección. 

Pero también he podido ver el fruto de ser perseverante en lo que me gusta y en lo que me apasiona. 

Me he podido dar la oportunidad de elegir mil veces cómo escribir mi historia, permitiéndome tomar lo mejor de ciertos lugares, ciertas personas, ciertas emociones. 

Y creo, firmemente, que todos los caminos que transitamos en esta vida nos van formando, nos vamos quedando con pedacitos de las calles que caminamos y los convertimos en partes de nuestra personalidad, siendo estos pedacitos nuestra historia en realidad. 

Muchas veces decimos que "siempre hemos sido de una u otra forma" y, a pesar de que definitivamente hay cosas de nuestra esencia que no podemos cambiar nunca, me gusta pensar que hay cosas que podemos ir agregando o quitando para mejorar nuestra esencia y quienes somos. Nuestro "yo". 

Entonces nunca me perdí, nunca dejé de ser yo, solo he sido yo en diferentes experiencias, con diferentes niveles de aprendizajes, con diferentes heridas y cicatrices. Y al final, nunca voy a dejar de aprender y de buscar cómo mejorar como persona. 

Ahora que lo veo de esta forma, tal vez ya no me estresa el pensar que tengo una meta a la cual llegar en determinado tiempo, solo disfruto el camino en el que estoy cada día y aprovecho a aprender todo lo que pueda. 

Pero más que nada, agradezco TODO lo que me ha hecho ser yo hasta ahora. Todo lo que me ha lastimado, todo lo que me ha causado ilusión, todas las veces que el corazón se me quebró en mil pedazos y todas las veces que lo reconstruí de nuevo. 

Agradezco todo lo que he aprendido, todo lo que logrado soltar, todas las actitudes destructivas que he dejado atrás y todas las actitudes de amor propio que he ido adoptando. 

Agradezco por las personas que siempre están, las que siempre han estado, pero más que nada, por las personas que ya se fueron y ya no son un problema para mi vida. 

Y así es como cada día voy a regresando a mí. 


Hasta la próxima, my darlings. 


Joyce, la amargada. 🤘😎