Y entonces todo se me derrumbó. Todo.
Sé que no es la primera vez que pasa y seguro, tampoco será la última... pero esta etapa de oscuridad, esta caída, este derrumbe fue tan fuerte que no sabía si saldría intacta.
Claramente, no lo hice, no voy a salir intacta pero sí aprenderé algo y saldré más fuerte, como siempre.
Me encantaría poder decir que ya aprendí algo que va a transformar mi vida después de tanta incertidumbre, tanto dolor y tanto llanto... pero no ha llegado esa lección aún. Aunque sí sé que llegará.
Por ahora me permito ser vulnerable, me permito abrazar mi soledad, me permito ir uniendo mis partes rotas para completarme de nuevo, me permito repetirme que algún día todo estará bien o al menos, mejor que hoy... y me permito tener la suficiente fe en mi corazón para saber que todas las cosas que están pasando tienen un motivo y son parte de un plan mucho más grande que yo.
Mi "yo" lastimada, herida y destrozada agradecerá un día la paciencia que me estoy teniendo, estoy segura.
