lunes, 26 de octubre de 2015

Sobre el Luto

Mucho se puede decir de cómo se debe vivir o representar el luto, y sabemos que hay muchas formas de mostrarlo y estas dependen de nuestro entorno social y religioso.

Durante la Edad Media y el Renacimiento las mujeres usaban sombrero y velo negros y las viudas en específico, vestían de negro para el resto de su vida.

En el Reino Unido existían reglas muy estrictas, especialmente para las mujeres, que incluían desde sombreros, abrigos e incluso joyas hasta el comportamiento en general. Estas reglas y tradiciones han perdido fuerza en las últimas décadas (menos mal).

En Camboya, al contrario, se celebra la partida de un ser querido con una gran fiesta donde se quema dinero falso y se arrojan talismanes al fallecido.

En Etiopía existe una organización (iddir) en la que todos se brindan apoyo mutuo para sobresalir y superar la pérdida de un ser querido.

En la actualidad sabemos que sigue siendo costumbre asistir a servicios funerarios y sepelios con ropa negra (formal, preferentemente), y los más allegados a la persona fallecida siguen usando ropa negra por algún tiempo, algunos dicen que debe ser un año, otros solo una semana.

Y así, existen muchísimas prácticas más para expresar luto, como lo son las prácticas judías (Shiv'ah), prácticas católicas (Misas), etc.

Pero, ¿qué significa estar de luto?
¿El luto se reduce solo a apariencias?
¿Si ya no me visto de negro ya no me duele una pérdida?

Todos expresamos nuestro luto y nuestro dolor de muchísimas formas y, es posible, que nunca entendamos completamente cómo se siente alguien cuando pierde a un ser querido, pero lo que sí es seguro es que es un proceso que puede llevar días, meses o hasta años.

Algunos se encierran, otros salen a tomar, algunos otros sienten una transformación espiritual (siempre me han parecido terribles esas opciones)...


Yo, me enojo.
Grito.
Me aíslo emocionalmente.
Y sí, obviamente, a alguien le ha de parecer terrible esta opción.
Pero me enoja saber que alguien a quién quiero ya no está, que ya no puedo volver a hablarle o demostrarle mi cariño.
Luego me culpo porque nunca sé si mis muestras de afecto fueron suficientes.
Luego me enojo con los demás, por millones de razones.



No espero que los demás entiendan, creo que es muy complicado. Pero sí aprecio a quienes tienen la paciencia de aguantarme cuando estoy así.

Hoy escribo todo esto, porque es una de mis formas de hacer catarsis, de desahogarme y de, según yo, evitar que este enojo me coma viva.

Sé que este enojo va a pasar, pero no sé cuándo...


martes, 6 de octubre de 2015

¿De dónde vienen las decepciones amorosas?

Estos últimos días se han caracterizado por algo en especial: veo a muchas personas valiosas y absolutamente geniales sufriendo por gente que no las valora.

He tenido mi ración de decepciones causadas por gente que no sabe valorar cuando se les quiere.
He tenido mi ración de no saber valorar a gente que me quiere.
He tenido mi ración de casos fuera de mi persona con las mismas características.
Obviamente, nada de esto me hace una experta, pero sí me ha llevado a las siguientes conclusiones.

1.
A veces nos dejamos llevar por la "emoción" de convivir con alguien con quien congeniamos y lo confundimos con algo que no existe. Esperamos de las personas más de lo que nos demuestran.
Y es aquí donde recuerdo la frase de una película "si alguien quiere estar contigo, hará lo posible porque así sea, lo expresará de distintas formas". Jugar a que le adivinamos el pensamiento a los demás nunca lleva a nada bueno.
Y pienso, después de miles de veces de haber hecho esto, que lo mejor debe ser no estresarse por lo que pueda pasar, lo que pueda llegar a ser y solo vivir en el momento para evitarnos decepciones futuras (creadas mayormente por ideas falsas de nuestra mente). Y esto me lleva al siguiente punto...

2.
Como muchos que me conocen ya saben, sufro del Síndrome de Enamoramiento Prematuro (SEP), el cual hace que yo sienta que ya me estoy enamorando de alguien cuando no es así. A veces, incluso, siento mariposas fantasmas en el estómago. Y a la fecha, puedo estar segura que nunca me he enamorado totalmente, todo culpa del SEP.
Creo que el SEP también es uno de los factores más grandes que genera decepción amorosa en las personas, nos decepcionamos, no de la gente, sino de lo que imaginábamos que eran.
Y no, no soy la única que sufre del SEP.

3.
Muchas personas pueden, de verdad, querernos tanto como nosotros a ellas pero, aunque no lo aceptemos como una excusa, el tiempo no es el correcto. Muchas veces pensé que eso del tiempo era solo una mentira que nos decíamos para hacernos sentir mejor. Pero la realidad es que las situaciones que nos rodean sí pueden afectar el rumbo de una relación.
Esto no significa que querramos menos alguien o que no nos interese. La mayoría de veces significa que tenemos otra lista de prioridades.
Al final de cuentas, no solo de amor vive el hombre.

4.
A veces los tiempos y las circunstancias externas son correctas y adecuadas, existe atracción pero no existe conexión.
Nos gusta alguien y sabemos que es mutuo pero no hay nada más que eso, al llegar a conocer a esa persona, nos damos cuenta que sus valores, sus ideales y su estilo de vida en general no combina con el nuestro y el interés se pierde inmediatamente. Obvio, sí tengo un caso así y platicaremos de eso otro día, pero ¿se imaginan si mi SEP me hubiera tenido creyendo que estaba enamorada de alguien que, fuera de la atracción física, tal vez nunca me hubiera agradado como ser humano?
Pero tengo amigos y amigas que me han contado sobre estos casos, en los cuales no se puede esperar a que se llegue a una relación que sea más que física.

5.
Existen, más que nada, los casos en los que las personas involucradas en la relación no quieren lo mismo pero nunca hablan al respecto.
Normalmente, ella quiere una relación formal, mariposas en el estómago y una historia digna de novela de Jane Austen, mientras él solo quiere divertirse un rato.
Por supuesto que también pasa al revés.
A veces es incómodo y hay personas que se ofenden o se sienten atacados (JAJAJA) pero considero que lo mejor siempre es dejar las cosas claras desde el principio: "me gustás", "no busco nada serio", "no sos mi tipo", "quiero algo más que una amistad", "gracias, pero yo no quiero", etc...
Y sí creo firmemente que quienes no saben decir las cosas claras desde el principio tienen un lugar muy especial en el infierno.

Luego de estas conclusiones, llego a la más importante: veamos siempre el lado amable de la vida, el vaso medio lleno, el arcoiris al final del camino, etc.
Muchas personas entran y salen de nuestra vida, algo aprendemos de todas, y aunque la sociedad o uno mismo presione por tener o no una pareja, lo más importante es estar bien con uno mismo, amarse a uno mismo y todo eso.
*No soy experta en esto último, pero al menos intento todos los días.

Disclaimer: Si usted es de las personas que mencioné al principio, prometo que no la estoy atacando, solo la estoy invitando a que se sacuda el mal sentimiento de alguien que no supo comunicarse correctamente.