domingo, 21 de febrero de 2016

The Girl With the Dragon Tattoo

Normalmente odio que un libro se vuelva película. Odio cuánto queda fuera de la historia. Odio que arruinen lo que yo había construido en mi mente. Odio que los personajes principales nunca se vean cómo yo esperaba o imaginaba.



Es por esto que hace años me rehusé totalmente a ver "The Girl with the Dragon Tattoo", basada en el primer libro de la Saga Millenium de Stieg Larsson.

Hoy decidí dejar el resentimiento atrás y ver ambas versiones, la original y la comercial.







Versión Original:
Lisbeth Salander es exactamente como la imaginé, de hecho, puedo decir que es hasta mejor. La historia va muy apegada al libro, se saltan algunos detalles pero no hay detalles de más tampoco, eso sí, toda la película en general es más "oscura" que la otra versión.
Siento que esta película es todo lo que imaginé de los lugares (no conozco Suecia, entonces mínimo, la imaginé bien), las apariencias de los personajes, las secuencia de las escenas, etc.
Lo único que me faltó fue la historia completa. La película se queda a mitad de la historia del primer libro, o mínimo así la encontré.
Seguiré buscando para ver el desenlace.



Versión Comercial:
Empecemos con que el actor principal es Daniel Craig, eso siempre es bueno. Sin embargo, no sentí que fuera Mikael Blomkvist, era muy prepotente, muy arrogante, etc., no vi al personaje reflejado (una de las cosas que odio y que mencioné al principio).
Lisbeth Salander en esta versión es demasiado extrema, demasiado "darks", ¿en serio era necesario dejar a la mujer sin cejas o buscar ese look, en su defecto?
En esta versión, sí está la historia completa y se puede ver un desenlace en el que (casi) todos viven felices por siempre. Se incluyen más detalles que no recuerdo que estén en el libro pero que le dan más emoción a la película y aunque es casi el doble de larga que la original, es bastante entretenida.



El libro, cuando lo compré, se llamaba "Los Hombres Que No Amaban A Las Mujeres" y tiene tres temas centrales:

1. La historia de Mikael Blomkvist, quien enfrenta una demanda por no contar con pruebas suficientes al publicar, en su revista Millenium, información sobre alguien muy poderoso en el país. Mantiene una relación sentimental/sexual con su socia, quién está casada.

2. La historia de Lisbeth Salander (en mi mente, el verdadero personaje principal), quien debe tener un tutor que pueda guiarla por la vida, impuesto por la ley obviamente, debido a su conducta violenta y fuera de los estándares de la sociedad. Ella trabaja investigando a personas, hackeando computadoras y es así como conoce a Mikael. En el libro y en ambas películas, es impresionante la venganza que lleva a cabo contra su último tutor quien abusa de ella sexualmente.

3. La historia de los Vanger, una familia que nunca pudo resolver el caso del asesinato de una integrante de la familia, Harriet. El integrante mayor y aun vivo de la familia contrata a Mikael para que continúe con las investigaciones y Lisbeth termina ayudándolo en la travesía.

No les voy a contar el final, porque muy feo dar MÁS spoilers :)

En resumen, no me arrepiento de haber visto ambas películas e irlas comparando con el libro que tanto amé. Les recomiendo toda la saga, es más que genial. Ojalá hubiera salido el cuarto libro donde se le da un verdadero fin a todas las historias pero ni modo (Stieg Larsson falleció en noviembre del 2,004 mientras escribía el último libro).

Y ustedes, ¿qué película basada en un libro les gusta más? ¿cuál les gusta menos?

martes, 2 de febrero de 2016

Cerrando Círculos

¿No les pasa que cuando están enfermos o de bajón o simplemente mal por algo (a veces por nada), piensan en alguien en específico?

Me sucede que cada vez que me da mucha fiebre o me da un episodio de los feos de depresión, claro que pienso en toda mi familia, en mi mamá más que nada, en todo lo que ella espera de mí, en todo lo que ha luchado por mí, pienso en mi papá y todo lo que me gustaría que él pensara de mí si estuviera vivo... Siempre pienso en alguien más.
Pienso en cómo me gustaría hablarle de lo que siento, de la desesperación que me invade, aunque a él ni le importe. A veces, hasta sueño con él, con una necesidad estúpida por llamarlo o buscarlo de alguna forma.

Sí, yo sé. Qué patética.

Pero si por algún motivo, lees esto, dejame decirte un par de cosas que nunca pude:

A veces, cuando me acuerdo de ti, me dan ganas de pegarte con todas mis fuerzas, idiota. Otras veces, estoy segura que la idiota siempre fui yo. Pero sea como sea, nunca quise que todo terminara así.
Lo que sí te puedo decir es que te he extrañado desde ese día que todo cambió, ese en el que ya no sentía confianza en ti y supe que jamás íbamos a hablar igual.
Sí, te extraño.
Extraño a mi amigo, el que me acompañaba, el que no tenía miedo de decirme las cosas como eran, el que siempre me tendió una mano cuando lo necesité, el que me contaba sus penas y alegrías, con el que podía llorar por cualquier cosa, con el que podía hablar del trabajo, de deportes o hasta de la mosca pegada en la pared.

No voy a darles más vueltas al asunto, ¿para qué?
Espero, de todo corazón, que seas feliz y que todo lo que siempre quisiste esté llegando a tu vida.

Solo eso, adiós.