miércoles, 3 de agosto de 2016

¿Qué pasa con la ex?

Siempre me han dicho que es muy importante fijarse en cómo un hombre trata a su mamá, a sus hermanas, a las personas que lo rodean en general. Pero con el tiempo, he aprendido que es importante también fijarse en cómo trata a su ex y cómo se expresa de ella.
Mi razonamiento viene de que si a la ex la trata de "esa puta", "esa maldita", "esa hija de la chingada" y demás, lo mismo podría hacer conmigo alguna vez.

Estuve hablando con alguien y él me contó sobre su ex, sus alegrías y sus penas con ella y fue muy refrescante escuchar que nunca usó una palabra hiriente o insulta para referirse a ella. También he conocido quienes prefieren omitir el tema para no llegar a faltarle el respeto a la tal "ex".

Todo esto es algo en lo que me he fijado desde hace unos años y esto es el porqué:

Hace algunos años, empecé a salir con alguien a quién llamaremos "Johnny".
Johnny era muy "mi tipo" (algunos de ustedes ya saben cuál es), era muy atento conmigo, muy dulce, muy caballeroso y cuando conocí a su familia, vi que trataba a su mamá como a una reina y a su hermana como a una princesa.
Obviamente, yo re enamorada del Johnny porque, tal como lo hacía con las mujeres de su familia, sabía darme mi lugar, respetarme, etc.

Pero él tenía la "cualidad" de que cada vez que hablaba de su ex necesitaba usar insultos y palabras denigrantes para referirse a ella. Por mucho tiempo, no supe cómo se llamaba porque solo "la puta cerota esa" le escuchaba a él.
Estuve con él el suficiente tiempo como para escuchar las suficientes historias de la mentada ex, a quien llamaremos "Alice".
Durante años, yo supe que Alice era la peor mujer del mundo, que lo engañó, que le robó, que jugó con él, que se burlaba de su familia, que ni siquiera era lo suficiente para él porque ella era muy tonta para el gusto de este personaje.

Pero un día, en la última etapa de mi relación con Johnny, yo estaba segura que él me estaba engañando y que yo ya no le interesaba. Decidí enfrentarlo y su respuesta fue "es que no sos lo suficientemente inteligente para mí". Y AHÍ caí en cuenta. Todo era demasiado familiar. Después de un par de incidentes parecidos, esa relación terminó.

Por vueltas que da la vida, Alice y yo nos encontramos años después y pudimos hablar como la gente, yo disculpándome por haberle seguido el juego de los insultos y los malos tratos a Johnny y ella por no haberme podido advertir de cómo era él en realidad.

Obviamente, yo ya sé que él habla de mí como alguna vez lo hizo de Alice. Estoy segurísima que habla mal de las dos con su nueva pareja, quien no tiene idea de que lo mismo hará con ella.

De esta historia aprendí.

1. Es lógico que hay cagadas que pueden llegar a ser más grandes que uno y que matan la imagen que tenemos de alguien y también al amor que le teníamos pero si la cagada es del otro, ¿por qué nos vamos a poner a su nivel y ser mierdas hablando mal de esa persona?

2. Si el de la cagada fue usted, no sé por qué se le va a ocurrir que tiene derecho de hablar mal de alguien a quien acaba de romperle el corazón.

3. Pasa muy seguido que la emoción y la chispa de alguna relación se va apagando y eso va creando conflictos pero ¿por qué vamos a insultar a alguien cuando nadie tiene la culpa específicamente y, simplemente, no funcionó?

4. También nos pasa cuando estamos heridos que nos desahogarnos con nuestros amigos y con quien podemos pero intentemos no usar insultos y palabras o expresiones crueles para hablar de la persona a la que alguna vez le dijimos un "te amo",

5. Por último, así en buena onda, si usted ni siquiera tuvo nada con la persona a la que insulta, madure.


Les dejo este video para que les acompañe con la lectura ;)




**Sí, yo he usado mi famoso "cerote", "hijueputa" o "hijuelaverga" cuando hablo de UN ex en específico pero prometo ya no hacerlo.