lunes, 15 de mayo de 2017

Equilibrio

Muchos la defienden, muchos la niegan, todos tenemos una teoría o una opinión al respecto, pero parece que no hay una respuesta real o correcta a una de las preguntas más viejas de todos los tiempos: ¿puede existir la amistad entre un hombre y una mujer?

Hay decenas de artículos que aseguran que es imposible, hasta dicen que está científicamente comprobado que dichas amistades platónicas son solo un mito.

Como pueden imaginar, esto viene acompañado de una historia, bastante divertida si así quieren verla, de esta su servidora amargada.

Hace unos años, no diré cuántos exactamente, inicié una amistad con un joven que, les prometo con todo mi corazón, siempre pensé que era feo y no le veía la gracia por ningún lado pero sí compartíamos muchas ideas, formas de pensar, gustos, opiniones, etc., que nos hicieron ser más cercanos cada día y yo llegué a asegurar que él era mi mejor amigo.

Siempre he culpado al alcohol de lo siguiente hahaha pero sí estoy consciente que fue culpa nuestra también. En alguna fiesta, pues todo se descontroló y nuestras muestras de afecto ya no eran las normales para dos mejores amigos. Les juro que yo hasta el día siguiente empecé a recordar poco a poco lo que había sucedido y nunca pude descifrar cómo inició ni quién lo inició. Pero el asunto es que ya habíamos cruzado la línea de lo platónico. Cagadales.

No sabía ni cómo verlo, ni cómo hablarle. No sabía si era buena idea tocar el tema de cómo había amanecido en su casa ese día o si era mejor hacerme la loca y fingir que nunca había sucedido.
Definitivamente, lo que más me preocupaba era nuestra amistad, no quería perder la dinámica que ya habíamos adoptado a lo largo del tiempo peeeeero estaba completamente segura que ya no lo veía igual.

Como vi que el tema nunca salió a relucir entre nuestras siguiente conversaciones, decidí hacerme la loca y hacer de cuenta y caso que nunca había pasado nada.
Nuestras conversaciones en redes sociales seguían siendo como antes del mentado día ese y yo estaba segura que todo volvería a la normalidad y que esa idea que yo tenía de "ahora él ya me gusta" era circunstancial y pronto abandonaría mi mente.

Pero... alcohol de nuevo. Cagadales de nuevo.
Esta vez yo sí recordaba, ambos iniciamos todo... que con coqueteo, que con indirectas, que con bromas doble sentido, etc. Y esta vez, me enoje conmigo misma, les juro que me daban ganas de cachetearme por pendeja, yo sabía que esa situación iba a arruinar una de las mejores amistades de mi vida.

Pero ahí seguía, jugando a la mejor amiga que en escondidas y en secreto quería muchísimo más de su "mejor amigo".

Obviamente, todo se fue al carajo.

Un día decidí que estaba enamorada de él y que tenía que decírselo porque vivir con todo en silencio me iba a matar. Error número uno. 
Y entonces junté todo el valor que según yo necesitaba y le dije todo, Por Whatsapp, obvio.
No tengo aún claro si lo acorralé, si le di lástima, si su respuesta en algún momento fue real, pero el asunto es que su respuesta fue un "yo también". Hablamos poco al respecto pero yo tenía entendido que empezaríamos a salir (ya no como amigos) y a ver a dónde llevaba todo.

Pero todo siguió igual que antes, en secreto, a escondidas y los detalles o gestos que yo esperaba que alguien "enamorado" tuviera, nunca los vi de él y me frustraba.

Eventualmente, noté que la atención de él estaba en alguien más. Yo sé que en ese momento, yo tenía que hacerme a un lado, dar por terminado todo (aunque nunca haya iniciado), alejarme de toda la situación y desearle lo mejor siempre... ya saben, lo que alguien con amor propio hubiera hecho.

Pero no, yo seguía con la necedad de que él dijo "yo también". Error número dos.
Yo seguía esperando algo de él, algún detalle o algo. En esta etapa fue cuando más bajo caí.
Él sabia lo que yo sentía, que debo admitir no era exactamente "enamoramiento" sino algún tipo de desesperación porque las cosas no estaban sucediendo como quería o esperaba, entonces él pedía de mí todo tipo de ridiculez y yo ahí estaba, pensando que esa era la atención y cariño que yo merecía.

Prometo que algún día me dedicaré a escribir sobre sus cagadales, pero esta historia está centrada en los míos.

Menos mal, un día abrí los ojos y me di cuenta que él tal vez me tuvo cariño alguna vez. Tal vez él intentó alejarme para que yo reaccionara y dejara de pensar que estaba enamorada de él. Tal vez él solo me vio como una buena amiga, tal vez ni siquiera la mejor. Hay muchos "tal vez" que siempre van a quedar en el aire.

Siento que los asusté un poco con la historia, sé que me leo RE intensa y hasta yo sola me di un poco de miedo y mucha risa mientras escribía pero les prometo que he estado trabajando en mí misma y en mi amor propio para ya no estar con tantos "tal vez" rondando en mi mente y atormentándome la vida.

Por si les queda la duda, no sé nada de mi "amigo" desde hace años y creo que es lo mejor para ambos. Espero de todo corazón que sea feliz, eso sí.

Y regresando a la pregunta inicial, ¿puede existir la amistad entre un hombre y una mujer?
Sigo creyendo que sí, porque veo que me rodean muchas personas extraordinarias que tienen amistades épicas totalmente platónicas.

¿Cómo le hacen? Creo que tiene que ser gracias a un equilibrio mental y emocional por parte de ambas personas, ese equilibrio que hace que tengamos siempre muy presente qué queremos en la vida, ese equilibrio que no permite que cambiemos de personalidad con alcohol o un par de palabritas dulces de alguien que ni nos gusta. Ya saben, ese equilibrio que yo no tenía cuando sucedió todo lo que les acabo de contar.

Y no puedo dejar de pensar en un ejemplo muy claro presentado en una de las series de tv más populares de los últimos tiempos: Robin Scherbatsky y Marshall Eriksen de How I Met Your Mother. 




Y ustedes, ¿piensan que puede existir la amistad entre un hombre y una mujer? 





3 comentarios:

  1. Joyce María, a todos nos ha pasado que tenemos un "mejor amigo" con el que después "tenemos rollo" y el final es "ser desconocido después". Pero yo si tengo un mejor amigo con el que nunca ha pasado nada y nos apoyamos mucho. Nos conocemos desde kinder, es más que un amigo, es como un hermano para mí. No veo que algún día tengamos rollo ya se va a casar y le organicé su "dar el anillo de compromiso" lo que sea. Así que yo pienso que si existen; lo que pasa es que no todas las amistades son iguales.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Totalmente de acuerdo. Creo que me faltó agregar que sí tengo amistades funcionales hahaha gracias por leer. :)

      Eliminar
  2. Si se puede. Tengo al menos 3 amigas a las q nunca me daría por ponerlas en 4 (pese a que una de ellas se cae de buena) pero supongo que esa cierta intimidad en las cosas q compartimos, nos hace vulnerables. Claro q tmbn los apegos emocionales no se mezclan bn con el alcohol. Buen blog. Visitare más seguido

    ResponderEliminar