miércoles, 8 de octubre de 2014

Trampa de Moscas

Todos hemos visto (o incluso usado) esas desagradables trampas con adhesivo para moscas, esas que cuelgan desde el techo. La trampa no se mueve, no hace nada, las moscas caen solas ahí.


Pues así pasa también con mucha gente (ojo, no hay discriminación de género, lo hacen hombres y mujeres parejo). 
La práctica consiste en identificar cuál es el juego de palabras que mejor funciona y repetirlo a quién se pueda, "endulzar el oído" le dicen en mi pueblo. Luego de repetir el mismo "poema" ensayado, más de alguien ha de caer, ¿no?

¿Por qué decir mil cosas que nunca van a cumplir? 
¿Por qué esforzarse tanto en inventar tanta ridiculez si no la sienten? 
¿No es más fácil ser sincero y declarar sus intenciones reales desde el principio?

Gracias a la técnica de la trampa para moscas, unos consiguen una noche genial de sexo casual, otros consiguen un "back-up" o reserva, por si la persona que sí les interesa no les hace caso. 

Lo perfecto sería recordar siempre que ese tipo de gente espera sólo moscas, y sólo eso tendrá. Las personas que valen la pena son esos que esperan a que una mariposa los cautive y la persiguen como debe ser. 


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