lunes, 6 de octubre de 2014

El novio de todas

Ya había escrito sobre ex novios, de hecho, escribí sobre los buenos, los que me enseñaron algo, los que todavía saludo cuando los veo. Sin embargo, existen los que sólo sirven para arruinarle la vida a uno. Hoy me tomo el tiempo de escribir específicamente sobre uno: el novio de todas.

Vale aclarar, a estas alturas, que gracias al cielo nunca fue mi novio.
¿Por qué nunca fuimos novios? Porque a medio proceso encontré todo eso que me hace creer, aún, que tiene una enfermedad mental severa.
¿Por qué lo tomo en cuenta entonces? Porque sí llegó a ser importante para mí, a pesar de todas las circunstancias.

Lo conocí por eventualidades de la vida, era amigo de un amigo, intercambio de números y de PINs de BBM (sí, en esa época, esa era la moda), en una fiesta surgió el tema de lo bien que nos íbamos a llevar por parecernos tanto, etc.
Y así empezó una amistad genial que demasiado rápido evolucionó a ser más un "romance a escondidas". Sí, a escondidas porque él siempre dijo no estar listo para hacerlo público por su familia y amigos. Nunca entendí sus motivos, pero yo ya estaba encantada con él, así que decidí tenerle paciencia.

ERROR.

Nunca dudé de él porque no me había dado motivos, no había forma de que yo pudiera pensar que había algo extraño en toda la "relación". Me hablaba todo el día, me contaba sobre su día laboral, me contaba cada detalle de su familia y vida personal, incluyendo al perro.
El asunto seguía evolucionando y yo me ilusionaba cada vez más.

Pero así como empezó de rápido todo, así de rápido se desmoronó todo.
Empezaron las peleas por sus celos enfermos, obsesivos y sin fundamento. Me alejé de muchas personas, perdí peso, perdí las ganas de verme bien, la opinión que tenía sobre mí misma estaba bajo tierra.

Hasta que le descubrí a las otras cinco novias.
Ante esa situación, como en muchas anteriores, eligió hacerse la víctima, buscando hacerme sentir culpable por sus fallas.
Nunca quise saber mucho detalle de qué tan serias eran sus otras "relaciones"... darme la vuelta y seguir con mi vida fue la mejor opción.



Gracias a las personas que tenemos en común, sé que nunca cambió, al contrario, cada día se complica más la vida.

Después de tres años y medio, la lección que me queda es ¿por qué pensaba que cumplirle sus caprichos iba a hacer que él me quisiera como yo esperaba? ¿Dónde dejé mi amor propio tirado todo ese tiempo? ¿Nunca se me ocurrió que yo merecía más?


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