sábado, 20 de septiembre de 2014

¿Mujer o mascota?

En el eterno juego de quién quiere qué con quién, uno se topa con todo tipo de persona.
Existen los mentirosos, las aprovechadas, los oportunistas, las que no tienen amor propio, y muchos más; hoy empecé mi día recordando un tipo en especial: el que ve a la mujer como mascota. 

El asunto es así, estos tipos son casi expertos en entrenar mascotas y aplican las mismas técnicas cuando intentan hacer una conquista. Comparemos.

1. Crea una rutina de juegos. Aquí es dónde empieza todo, ellos planean sus siguientes pasos con uno, creando una rutina, asegurando así, que uno tenga total confianza en ellos. Acá es donde los sobrenombres tiernos aparecen, así como todas las atenciones a las que no podemos resistirnos.

2. Cuando haga algo bien, debes compensarlo con una galletita. No sé si reír o llorar. En esta etapa ya nos tienen más seguras, así que empiezan a dejar claro cuál es el comportamiento aceptable para ellos y cuál no. Está de más decir que nuestro comportamiento durante esta etapa es clave para el desarrollo de la "relación".

3. Utiliza lenguaje claro para dar instrucciones. Aquí es donde se pone color de hormiga. Ya hubo juegos, ya nos aclararon qué toleran y qué no, así que ya es hora de dar instrucciones "No te pongas eso", "no me cae bien tu amiga", "vamos a salir con mis amigos", son algunos ejemplos de lo que empieza a aparecer.



Estos tres pasos se van mezclando conforme pasa el tiempo, para ellos, esa es la clave del éxito. Sin embargo, existe un último paso: Cuando la mascota falla. 

¿Qué pasa cuando la mascota falla? De acuerdo a muchos, es necesario reprenderla, recordándole cómo fue su entrenamiento. Es por esto, que escucharemos cosas como "Ya te había dicho que no me gusta que salgas con ella". 

Muchos no nos damos cuenta del entrenamiento en el que hemos estado sometidos, hasta que un día despertamos.

¿Desde cuándo tiene que existir una rutina o un entreno para poder tener una relación exitosa?

*Sí, puede ser que esté exagerando con la comparación y es importante dejar claro que obviamente, esto le sucede tanto a mujeres como a hombres.*

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