miércoles, 10 de septiembre de 2014

Un Recuerdo


Después de 13 años del acontecimiento, ya no me interesa si de verdad fue un atentado terrorista o si fue una maniobra del gobierno estadounidense. 

Me preocupa más que nada cómo hemos perdido lo humano en nosotros. No importa si un país, su gobierno o sus habitantes no sean del agrado de la población mundial en general pero, ¿en qué momento pensamos que está bien alegrarnos por la muerte de tantas personas?
¿Preferimos olvidar cuántas personas perdieron la vida en un instante? ¿Cuántas personas siguen, después de 13 años, buscando a familiares perdidos alimentándose únicamente de esperanzas desde entonces? ¿Cuántas personas quedaron con sueños a medias? ¿El terrible miedo que sientieron en ese momento? ¿Cuántas personas prefirieron saltar por la desesperación que sentían?

Sí, personas. Como todos nosotros. 

Como conclusión, sólo puedo decir que ningún país es malo. Dejemos de generalizar y culpar a todos por los errores de unos cuántos. 

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