viernes, 15 de abril de 2016

Vaca Vaca Steak House

Ayer visité por primera vez el restaurante Vaca Vaca Steak House y alguien me pidió que hiciera una reseña del lugar, así que aquí está.

La verdad, quería ir al restaurante desde la inauguración pero por muchos motivos, ya no pude ir a conocer. Pero seguía con la espinita de la curiosidad.
Finalmente fui, y les digo, fue una excelente opción y ya quiero ir otra vez.

El ambiente es muy agradable, la decoración es hermosa y la casa donde se encuentra el restaurante es increíble.

La atención de los meseros fue muy buena, sentí que me iban a entrar y a sacar del restaurante cargadita y que me harían un altar mientras comía. Me explicaron cómo funcionaba el bar de ensaladas como tres veces, y aunque al principio sentí que me veían cara de bruta, tuve que reconocer que en esta sociedad es necesario hacerlo así.

Elegimos nuestra mesa, inamediatamente nos llevaron nuestros cubiertos, servilletas y retiraron todo lo que estaba de más en la mesa para nuestra comodidad.
A los poco minutos ya teníamos un plato de boquitas de cortesía en nuestra mesa (steak en trocitos, gucamol, frijoles volteados, nachos, tortillas y chirmolitos). No nos duró ni cinco minutos.
Pedimos el vino que el mesero nos recomendó y fue una muy buena opción, combinaba excelente con nuestra comida.

Finalmente, llegaron nuestros platos fuertes, lo primero que me dieron fue el plato de papitas fritas, las amé desde que las vi, no se veían grasosas, ni tiesas, ni aguadas, se veían justo en su punto.
Luego el mesero sirvió en mi plato desde un mini pyrex mi gran pliego de lomito con cebollitas.
Las papitas, en efecto, estaban perfectas y casi que son mis favoritas ahora.
El lomito estaba perfecto, justo en el término que lo pedí, ya saben, chorreando sangre aún. No estaba desabrido, no estaba salado, estaba perfecto.
No pude contenerme y fui al bar de ensaladas, todo se veía muy fresco y, aunque no elegí mucho, todo estaba delicioso también.

No puedo salir a comer así y no pedir postre, mi corazón no lo concibe, no lo acepta... Así que pedí el flan de café y kahlúa. Y sí, como ustedes imaginan, estaba riquísimo. Se los super recomiendo.

Al llegar la cuenta esperaba un total desorbitante, pero el total fue de Q.350 por dos personas. Eso, obviamente, también me encantó.

En total le doy un 10/10.

Dense una vuelta por el restaurante cada vez que puedan, vale muchísimo la pena.


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